Biografia de O´Sensei






Es difícil entender lo singular del Aikido moderno sin primero comprender a su extraordinario fundador, Morihei Ueshiba, que fue un hombre innovador y fuera de lo común para la época en que vivió.


Morihei Ueshiba nació en la cuidad portuaria de Tanabe el día 14 de diciembre de 1883. Su primer contacto con las artes marciales sucede a los 17 años, en Tokio, en una escuela de Tenjin Shinyo-ryu jujutsu.

En 1903 Ueshiba se alisto en el ejército. Durante el servicio militar entreno en una escuela de Yagyu, talvez Yagyu Signan-ryu. La extensión y el contenido del estudio de O’Sensei en estas artes marciales clásicas todavía hoy en día es punto de especulación. De todas formas se sabe que, ocasionalmente, aun después de su salida del ejército en 1906, continúo desplazándose a Sakai, donde estaba el Dojo de Yagyu-ryu.

En 1912, Ueshiba organizo un grupo de 54 familias y las lidero en la colonización de la isla subdesarrollada de Hokkaido. Las severas condiciones de sobreviví encía de la isla no detuvieron a Morihei Ueshiba, el era visto como un líder por sus compatriotas de Tanabe y ayudo a las nuevas familias a que se establecieran.

El acontecimiento más significativo durante esos años, por lo menos en el desarrollo del Aikido, fue el encuentro de Morihei en Febrero de 1915 con el excéntrico, pero altamente cualificado, profesor de Jujutsu, Sokaku Takeda, que vivía hace algunos años en la isla de Hokkaido.

A los 32 años Ueshiba ya era un artista marcial habilidoso, peor todavía no era un rival para Takeda. El futuro fundador del Aikido se quedo fascinado con las poderosas y complicadas técnicas del arte de Sokaku, conocida como Daito-ryu jujutsu. Morihei dedico mucho tiempo y dinero al aprendizaje de Daito-ryu, invitando a Sokaku a vivir con el para obtener un aprendizaje mas personalizado. Se transformo en uno de los mejores alumnos de Sokaku, acompañándolo muchas veces a través de la isla enseñando. Durante su estadía en Hokkaido, Ueshiba recibió de Sokaku un certificado de primer nivel de aprendizaje y adquirió un dominio considerable del arte. El currículo de Daito-ryu que el estudio consistía en centenas de técnicas de Jujutsu con movimientos complejos, y controles. Takeda demostraba una habilidad conocida como “aiki”, con la cual controlaba la mente del adversario, neutralizando de esta forma su agresividad. Era también un experto en la utilización del sable, shuriken y abanico de hierro, entre otras armas. Las técnicas de Jujutsu de Sokaku Takeda irían mas tarde servir de base, virtualmente, a todos los movimientos del Aikido, de ahí que su contribución para el arte de Morihei no se puede olvidar.

En 1919 Morihei Ueshiba tuvo que abandonar la isla de Hokkaiko porque su padre estaba gravemente enfermo. Durante su viaje de regreso a Tanabe, tuvo conocimiento, a través de un compañero de viaje, de los poderes curativos de un extraordinario líder religioso llamado Onisaburo Deguchi. Conducido por su deseo de encontrar a Onisaburo para pedirle que rezara por su padre, Morihei desvió su recorrido y se dirigió a una pequeña cuidad llamada Ayabe, el centro de la religión Omoto. El encuentro con Onisaburo dejo a Morihei extremadamente impresionado, tanto que decidió quedarse en la cuidad varios días.

Cuando regreso a Tanabe su padre ya había fallecido. La muerte de su padre dejo a Morihei bastante afectado psicológicamente. Incapaz de olvidar su encuentro con Onisaburo Deguchi, decidió volver a Ayabe para encontrar la paz interior en una vida ascética dentro de los principios de la religión Omoto.

 
Ueshiba comenzó una nueva vida en la comunidad de seguidores de la religión Omoto con su esposa, Hatsu, y su hija de 8 años, Matsuko. Se entrego de forma entusiasta a la vida simples de los miembros de la secta y rápidamente se volvió parte integrante del núcleo interno de los apoyantes de Onisaburo. Este se quedo impresionado con los conocimientos de artes marciales de Ueshiba y lo animo a enseñar a los seguidores interesados en la religión Omoto. Esto llevo a abrir la “Escuela Privada Ueshiba” en su casa, donde Ueshiba enseño Daito-ryu Jujutsu

En 1922, Morihei Ueshiba recibió una visita de su profesor Sokaku Takeda. Durante esta visita, que duro 6 meses, este enseño a muchos de los miembros de la secta en la casa de Ueshiba, atribuyéndole en el final de su visita el certificado formal para enseñar.

Onisaburo Deguchi planeaba establecer una utópica nación religiosa en Mongolia. Acompañado de un pequeño grupo de compañeros de confianza, que incluía a Ueshiba, Onisaburo, partió para el continente en 1924. Esta termino por ser una mala decisión pues el grupo fue arrestado y condenado a muerte por las autoridades chinas, que solo no fue ejecutada la sentencia gracias a la milagrosa intervención del Consulado Japonés cuando estos se enfrentaban al pelotón de fusilamiento.

Después de su regreso al Japón, Ueshiba volvió a su vida simples en Ayabe. Entre sus estudiantes de Daito-ryu estaban algunos oficiales navales, donde se destacaba el Almirante Seiko Asano, también el seguidor de la religión Omoto. Asano animo a otro Almirante, Isamu Takeshita, a visitar a Ueshiba y observar su arte. Este se queda totalmente impresionado y rápidamente se hicieron preparativos para que Morihei hiciera demostraciones y seminarios en Tokio.

 
A pesar de que se viera la conexión de Ueshiba con la religión Omoto como un obstáculo por sus prominentes apoyantes, su carisma y excepcionales habilidades con el Jujutsu contribuyeron para su popularidad como instructor de la elite militar y política de Tokio. Finalmente Ueshiba decidió desplazarse con su familia para Tokio donde poso a dedicarse a enseñar el arte a tiempo completo.

 
En los primeros años, Ueshiba enseño en las casa privadas de varios mecenas, que mucho contribuyeron para el suceso del fundador del Aikido.

El arte de Ueshiba, que sufrió varias alteraciones en el primeros años que estuvo en Tokio, creció gradualmente en popularidad. Finalmente en 1931, gracias al apoyo de mecenas, fueran reunidos fondos suficientes para la apertura de un local de entrenamiento permanente, el Kobukan Dojo (actual sede del Aikikai).


Durante gran parte de este periodo, Ueshiba enseño activamente las técnicas de Daito-ryu Aiki-jujutsu, concediendo certificados con el nombre de esta escuela.

Ueshiba se distancia gradualmente de su profesor, Sokaku Takeda, aunque las técnicas de Daito-ryu, con su forma algo modificada, continuaran a constituir la parte principal de su repertorio técnico. El nombre mas frecuentemente usado para denominar su arte en los años antes de la guerra fue “Aiki-Budo”.


Durante todo este tiempo Ueshiba mantuvo lazos muy fuertes con la religión Omoto y Onisaburo, siendo sobre su protección que fue creada la “Sociedad para la Promoción de las Artes Marciales”, cuyo objetivo era la promoción de las artes marciales de Ueshiba conjuntamente con las actividades de Omoto. Esta organización funciono entre los años 1931 y 1935, fecha cuando la Iglesia Omoto fue brutalmente suprimida por el gobierno militar japonés.

Fue en el final de los años 30 que la mayoría de los mejores discípulos e instructores de Ueshiba fueron reclutados para el servicio militar, contribuyendo con la reducción de la actividad en el Kobukan Dojo.

En 1942 Ueshiba se retira para la aldea de Iwama, donde, lejos del frenesí militar de la vida en Tokio, se dedico a la agricultura, al entrenamiento y a la meditación. Estos años en Iwama se muestran decisivos para el desarrollo del Aikido moderno. Libre, como nunca había estado, para seguir con total concentración los estudios del Budo, Ueshiba se dedica entonces al entrenamiento intensivo y a la oración, en un esfuerzo por perfeccionar el arte marcial cuyo objetivo es la resolución pacifica de conflictos.

 
Para el final de la guerra Ueshiba tenia pocos alumnos en Iwama pues la guerra afecto fuertemente a los japoneses. En el verano de 1945, un joven empleados de los Ferrocarriles Nacionales del Japón se inscribió en el dojo de Ueshiba. Morihiro Saito no mostraba ser un alumno con futuro o tener alguna habilidad excepcional, pero estuvo destinado a ser uno de los alumnos más próximos del fundador y, en muchos aspectos, su sucesor técnico.

 
Después de algunos años de reclusión en Iwama, el fundador desarrollo un serio estudio sobre el sable y el palo, conocidos en Aikido como aikiken y aikijo. El consideraba que la compresión de estas armas era fundamental para la ejecución apropiada de las técnicas de Aikido, que deberían incluir tanto el entrenamiento con armas como sin armas.


Durante la mayor parte de este periodo, el joven Saito fue el compañero de entrenamiento del maestro Ueshiba, teniendo la oportunidad de entrenar técnicas profundas que generalmente el fundador no enseñaba.



Durante esta fase de su vida en Iwama, el fundador también formulo el concepto de Takemusu Aiki, o sea, la ejecución espontánea de técnicas infinitas de una forma completamente apropiada a las circunstancias especificas.


Muchos estudiantes que empezaron a entrenar después de la guerra y que tuvieron la oportunidad de ver el fundador enseñar y demostrar, fueron inspirados por sus movimientos energéticos, con todo graciosos, así como por sus ideas de ética de las artes marciales.


En los últimos años, a medida que su salud se degradaba, Ueshiba pasaba mucho tiempo en Tokio. Su Aikido sufrió una gran transformación, al no tener posibilidad de moverse tan rápido o libremente como cuando era mas joven, muchas de sus técnicas fueron abreviadas. El proyectaba a sus jóvenes y poderosos alumnos con un gesto rápido, o con un movimiento de su mano muchas veces sin tocarlos.


Es en esta fase de la vida de Ueshiba que corresponde a la primera fase de crecimiento del Aikido a nivel internacional, la imagen de un hombre de edad con barba blanca moviendo su mano en frente de un atacante domina la mente de muchísimos estudiantes del arte. Pero como el propio Ueshiba le gustaba decir, sus habilidades son el resultado de más de sesenta años de entrenamiento.


El fundador del Aikido respiro por última vez el 26 de Abril de 1969, falleciendo debido a un cáncer de hígado. Fue sucedido por su hijo, Kisshomaru Ueshiba que asumió el titulo de “Segundo Doshu”. La fundación Aikikai, que nació después de la guerra como continuadora de la fundación Kobukai, disfruta hoy de una posición prominente en el mundo del Aikido.

 
Fuente: Saito, Morihiro y Stanley A. Pranin. Takemusu Aikido: Fundamentos y Bases. Volumen 1.